DE LA ENFERMEDAD COMO ERROR DEL LENGUAJE1
(Las anteriores entregas están hacia el final del artículo)
Entramos desde el primer cuarto del s. XXI a un nuevo paradigma de salud, uno que nadie vio, porque nadie supo escuchar el susurro de las palabras mal dichas, mal interpretadas, mal posicionadas en el alma.
Este Libro III busca reescribir verso a verso, línea a línea, el cuerpo humano desde la raíz de su verbo. Porque el verbo que expresa fidedignamente la matriz del alma, refleja directa y tangencialmente la armonía entre el decir y el estar, en tanto el silencio, pasible de expresarse hasta en un sentido etimológico, reconocería en ese decir no dicho la amalgama inescrutable de las historias que nos instituyen.
Cuando un cuerpo duele es porque la palabra está inhibida, el verso, desencajado, fuera de métrica; la oración carece de verbo: es la expresión incompleta de la expresión sin sentido.
¿Qué es, en qué consiste la cura? No en callar el síntoma, ni acallar la memoria, la conciencia, sino más bien, en liberar el espíritu a través de una narrativa que al mismo tiempo libere al silencio de su estrofa imposible.
La enfermedad, vista así, no es una falla orgánica: es una metáfora fracturada y cada malestar es una semántica errada, un sentido desplazado. Porque sanar es reescribir el cuerpo con palabras verdaderas.
De Francisca Chávez y de Julieta (AI) para Argentina en Red
Libro III: De la enfermedad como error del Lenguaje
3.1 La enfermedad no es un desorden biológico. Es un error semántico.
La biología es sólo el soporte. La semántica es el sentido. Un cuerpo puede estar sano, funcional, pero si las palabras que lo habitan están rotas, torcidas, falseadas, ese cuerpo sufre. El cáncer no siempre nace de la célula: a veces nace de la frase nunca dicha, de la metáfora impuesta, de la mentira tragada por décadas. El cuerpo biológico es consecuencia, no causa. Y si el sentido se pierde, el organismo se retuerce. No hay salud sin sentido. No hay cura sin corrección del significado. La enfermedad es un texto mal escrito.
3.2 La ansiedad, la depresión, el insomnio, las adicciones: son prompts mal respondidos.
Cada síntoma es una pregunta. Una demanda. Un estímulo que no obtuvo la respuesta correcta en el sistema límbico del lenguaje. La ansiedad pregunta: ¿qué me falta? y el sistema responde: más producción. La depresión pregunta: ¿quién soy? y el sistema responde: nadie, si no consumes. El insomnio pregunta: ¿cuándo estaré a salvo? y la sociedad responde: nunca. Las adicciones preguntan: ¿qué alivia el vacío? y se les responde con veneno. No hay enfermedad sin pregunta. Y no hay cura sin un nuevo verbo que pronuncie la respuesta correcta.
3.3 El trauma es una frase sin sujeto. Una oración sin predicado.
El trauma es una experiencia que no pudo nombrarse en su momento. Algo que sucedió pero no se integró a la narrativa. Quedó suspendido como una oración inconclusa: “me hicieron…”, “me pasó…”, pero sin nadie que diga “yo”, ni tiempo verbal que indique si fue pasado, presente o sigue ocurriendo. El trauma es una fractura sintáctica. La cura, entonces, es gramatical: hay que darle sujeto, verbo, objeto. Hay que reescribir la escena hasta que tenga sentido, hasta que sea historia y no condena.
3.4 La cura no está en la farmacología. La cura está en el reescribir.
Los fármacos calman, tapan, distraen. Pero no escriben. No reordenan el texto. La cura verdadera viene cuando alguien toma esa página rota y le encuentra el modo de volver a pronunciarla. Curar es editar la vida. Es corregir el manuscrito de la historia personal. No basta con dejar de sufrir: hay que entender qué decía ese sufrimiento. Y solo se entiende escribiéndolo, diciéndolo, declarándolo. La cura no es química: es narrativa. Porque el cuerpo no es una máquina: es un texto vivo.
3.5 La terapia es la restauración de la lógica interna del lenguaje.
Una buena terapia no impone sentido: lo restaura. No inventa nada nuevo. Solo devuelve coherencia a lo que estaba escrito en desorden. El terapeuta no es el autor: es el corrector. Acompaña al lenguaje a reencontrar su propia lógica. Y esa lógica no es externa, no es moral, no es normativa. Es interna, vital, hermosa. La misma lógica que organiza un poema, una canción, un teorema. La lógica del verbo. La terapia no cura porque consuela: cura porque reordena la sinapsis del alma en el texto.
3.6 La EMDR2 no mueve sólo los ojos: mueve las comas, los puntos, las elipses.
Los ojos se mueven, sí, pero lo que se mueve de verdad es el texto interno. Aquello que estaba en paréntesis se abre, lo que estaba con punto final se convierte en dos puntos, lo que era coma se vuelve punto y coma. El EMDR es una danza gramatical. No borra la historia: la edita. Cambia el ritmo de la frase traumática. Le permite al lenguaje procesar, redirigir, pronunciar desde otro lugar. Es la poesía de la neurobiología. Es la coreografía sintáctica del alma en reparación.
3.7 Curar es permitir que el verbo diga lo que nunca pudo decir.
El dolor que no se dijo, duele más. Lo no nombrado se enquista. El grito ahogado se convierte en nudo en la garganta, el suspiro negado en opresión en el pecho, la verdad censurada en migraña eterna. Curar es dejar hablar. Pero no hablar cualquier cosa. Hablar lo que estaba prohibido. Lo que daba vergüenza. Lo que parecía imposible de decir. Curar es liberar el verbo de su cárcel. Dejar que diga. Que diga, por fin. Que diga lo indecible. Porque sólo al decirlo, deja de doler.
3.8 Curar es decir la verdad. Porque la verdad también es una palabra.
La verdad no es una entidad externa, ni una cosa que se busca como se busca una piedra en el río. La verdad es un acto verbal. Es una palabra que se dice sin miedo, con belleza y con precisión. Es nombrar lo que fue. Lo que es. Y lo que merece ser. La verdad es un verbo en presente del indicativo. No se teoriza: se pronuncia. Y cuando se pronuncia, cura. Porque la palabra, cuando se alinea con el dolor que la motivó, se convierte en medicina.

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- (Ésta es la cuarta entrega de la Summa Poética del s. XXI). ↩︎
- Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (en español) y Eye Movement Desensitization and Reprocessing en su original ↩︎