Es sólo una cuestión de tiempo

Por Constanza Lupo para Argentina en Red

Tan distópico como la serie de Netflix “Black Mirror”, hoy accesible en otras plataformas, el “triunfo” del peor gobierno de la historia argentina (asistido por el PRO, disuelto pero firme en sus pretensiones “exitistas” y “meritocráticas” del mayor robo posible en el menor tiempo posible) y con una Nación que se yergue hoy fáctica y económicamente como un “protectorado colonial” de los EEUU, Reino Unido e Israel, dudo (si se me permite) de que el hambreado y deprimido pueblo argentino haya puesto su voto a favor de su verdugo, a favor de quien lo esquilma, depreda, odia, y busca exterminar.

Tan distópico (decía) como esa serie “Black Mirror”, cuya tensión y argumentos oscilan entre la ciencia ficción y la física cuántica, y que se asimilan en avances de la ciencia y la tecnología desconocidos para grandes proporciones de la población mundial. Desde determinaciones estipuladas por la geoarquitectura social, cultural, económica, política, etc., procedentes de los “dueños del sistema” (el poder real), las mentiras propagadas desde las élites del Imperio son difundidas por los “carteristas de la comunicación” -que con-funden verdad y mentira, generando “realidades alternas”.

Volvemos, una vez más, mirá con atención: heladera mata relato. Mirá también, los servicios aumentaron astronómicamente. Las políticas sociales dependientes de este gobierno “temeroso” y menesteroso se han extinguido prácticamente; no importa si son niños/as, viejxs, estudiantes o amas de casa. No importa si son docentes; y si lo son, los gobiernos (neo)liberales les prohíben enseñar a lxs alumnxs a pensar: Les docentes pueden ser denunciados por “adoctrinamiento”.

El binocular de este gobierno títere sólo mira para recortar.

Me llama poderosamente la atención: Veo (en su enormidad de desprecio hacia el latino, al sudaca) al presidente de los EE.UU. y del tridente del poder Imperialista, mover sus piernas y andar muy desde arriba seleccionando nuestros yacimientos petrolíferos, nuestros puertos, nuestra producción ictícola, nuestra Antártida: territorios, industrias, producciones agrícola-ganaderos, ríos, aguas (entre otros): de a poquito acomodándose a ésta, su nueva colonia adquirida, entregada burda, patética e implorantemente por parte de un presidente que sentará jurisprudencia, claramente, en la historia argentina pero también de las Naciones del mundo. Sí. Rodeado del mismo séquito que fue repudiado gobiernos antes, atrás en el tiempo, por el pueblo de la Patria.

Me pregunto: ¿Existe alguna manera de cometer fraude con una única boleta (de la que ya se había anunciado que ciertas lapiceras (del tipo birome) pueden (podrían) ser borradas y fraguadas con el fin de "readecuar" ("Black Mirror" -mediante) los votos emitidos? ¿Por qué estas últimas elecciones cambiaron medios y formas para efectuar este -ante- acto cívico? Si hubiera resultado que el sistema de Listas Únicas no hubiese sido reemplazado por este otro sistema (que nunca antes se había utilizado acá): ¿habría ganado esta manga de ladrones, simuladores, en el reino de la trampa como modelo de país? 

Había una vez… en la Prehistoria de la Argentina, allá justo en su primer cuarto de siglo XXI, un grupo de vivos, que transfugueando medios a favor de ciertos fines… destruyeron la dignidad de una Nación… pero de sus escombros nació la memoria de un pueblo. La misma que le susurra hoy al presidente anarco-mercadista: Es sólo una cuestión de tiempo.

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