Economías de mercado, de estado, informal y criminal en Argentina

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Interacciones, dominancias, omisiones y desidia.

Pedro Biscay, ex director del Banco Central, Centro de Políticas Públicas para el Socialismo CEPPAS , participó en el panel de apertura del II Encuentro por el Ingreso Universal que realizó Argentina en Red en la Biblioteca Nacional el pasado 5 de Abril bajo el título Riqueza, trabajo e ingresos en 40 años de democracia.

Por Amanda Díaz para Argentina en Red

Transcribimos a continuación una síntesis de su intervención. Enlace al video con la exposición completa al final del artículo.

Pedro Biscay, ex director del Banco Central, Centro de Políticas Públicas para el Socialismo CEPPAS

En primer lugar, a todos y a todas agradecerles mucho por estar presentes en esta actividad, especialmente a Pablo Sercovich que tuvo la gentileza de invitarme a conversar sobre un tema que creo que es preocupante y relevante para el futuro de nuestro país.

En segundo lugar, quisiera acercar mis disculpas por no poder estar presente con ustedes. Estoy siguiendo a través del streaming las diferentes exposiciones de los y las panelistas y, si bien comparto en líneas generales lo que están diciendo y planteando, mi mirada sobre este problema, sobre la pregunta acerca del trabajo, los problemas y desafíos vinculados al ingreso,  la impugnación sobre el problema de la riqueza y la necesidad de construir ( o no ) una política vinculada con el ingreso universal en un país tan acuciante y en un momento tan acuciante como el que estamos viviendo, me lleva a pensar que necesitamos hacer un replanteo conceptual de muchas cosas.

Argentina está en un momento en el que se necesita profundizar una discusión conceptual  que pasa por una concepción totalmente distinta de lo que está haciendo.  Esto quiere decir que en un debate entre heterodoxos y  ortodoxos, ninguno de los dos tiene razón.

Algunas cosas están bien de un lado, algunas cosas pueden estar bien del otro lado, me refiero a los puntos de la ortodoxia, pero lo cierto es que los dos modelos ofrecen limitantes muy contundentes para pensar el cumplimiento de objetivos que den vuelta plenamente la estructura social.

Argentina (lo estamos viendo hoy) está en un fin de época por la crisis definitiva de un modelo de acumulación, que es el modelo de la valorización financiera. Creo que ese modelo se agotó y simultáneamente al agotamiento de ese modelo, lo que vemos es un agotamiento de la capacidad del estado de generar efectos institucionales sobre zonas determinadas de la política pública.

Hay entonces una doble crisis institucional de Argentina. Una tiene que ver con el funcionamiento de la economía, y el otro tiene que ver con el funcionamiento del Estado.

El Estado está dirigido y la economía  está supeditada al modelo de la valorización financiera y de fuga de capitales. Es decir, hay momentos en que la inflación puede bajar un poco, pero recurrentemente tiende al alza y tiende a subir a niveles que son difíciles de controlar en el mediano plazo.

Para esta presentación escribí un breve documento anticipando el 40% de pobreza. Pero si uno mira la plastilina entre pobreza y desempleo también es una relación totalmente inexistente. Un 6% ó 7% de desempleo contra un 40% de pobreza, lo que equivale a que casi la mitad de la economía argentina funciona en la informalidad.

El PBI de la República Argentina (que se desarrolla en el país), muestra un problema sistemático de salida de capitales y un problema sistemático de inflación, un sistemático de ineficacia total de la política monetaria en la República Argentina.

La estructura básica de la sociedad definida como capacidad de acceder a bienes básicos: Salud, Educación, Justicia, Seguridad, Vivienda o alimentación están completamente en crisis, lo que hace que sea cada vez más difícil que en la sociedad argentina, quienes tienen un trabajo formal puedan estar por encima de los niveles de pobreza o cumplir con los requisitos básicos para tener una vida digna, en términos de alimentación, de educación, de vivienda, de poder mandar a los chicos a un colegio que funcione adecuadamente; de tener salud.

Ahí hay un problema que es la falta de capacidad de la política económica en la Argentina de producir efectos sociales sobre áreas sensibles de la política pública.

Entonces, estos problemas vinculados con el ingreso, con el mundo del trabajo, con la riqueza, requieren de un replanteo conceptual y creo que el replanteo conceptual es, por lo menos, desde el punto de vista del CEPPAS (que es la Organización en la cual yo me fundo y represento, Centro de Políticas Públicas para el Socialismo, entendemos que resulta necesario repensar la economía como la integración de cuatro subsistemas que hoy están viviendo conjuntamente en la realidad económica nacional.

Los 4 Subsistemas Económicos

La Economía de Mercado

Un primer segmento o un primer sistema es la economía de Mercado, (que es una economía competitiva, que busca maximizar ganancias). Esta economía busca establecer costos y medios a los fines de generar procesos productivos y es la economía que todos conocemos como la Economía de Mercado, y que es un segmento de la economía; pero no toda la economía.

 

La Economía de Estado

El segundo sistema económico o subsistema económico de Estado (el sistema de economías públicas), es decir el sistema que interconecta la empresa pública, que es una empresa que tiene fines estratégicos en cualquier sociedad.

Estados Unidos, por ejemplo, tiene bajo control público, la empresa de ferrocarriles, que conecta todo el país.  Ámtrak es una empresa pública y tiene una finalidad estratégica y por lo tanto, a través de esta finalidad, a esta técnica se le suma una teoría del subsidio.

Hay una segunda interfaz de este segundo subsistema de economía pública, que es la economía de los empleados públicos, que es una economía que cada vez empieza a ser una economía de mayor privilegio, porque tiene un grado de estabilidad que el resto de los sectores económicos no reflejan en sus sueldos.  Cada principio de mes tiene paritarias. Esto no está en el sector privado y  empieza a ser fricción por todos lados.

La Economía Informal

Cuando uno va al tercer nivel de la economía, que es el mundo de la economía informal, ahí encuentra dos subsistemas:

Un primer sistema vinculado con la economía clandestina. Y esto es clave para pensar la Argentina, porque no se puede pensar ninguno de los problemas ligados a la fuga de capitales. Ninguno de los problemas que planteaba la compañera del CEPA. Cuando hablaba de los entramados sanitarios, mencionó cuatro jurisdicciones del exterior vinculadas con la identificación de las sociedades que controlan sociedades controladas en una cadena de estructuras societarias que llegan hasta un punto de origen que está siempre localizado en una guarida fiscal.

La Economía Criminal

Estas estructuras, que tienen un grado de inserción muy poderoso, son economías criminales fundamentalmente, porque son economías basadas en una evasión sistemática de impuestos en la República Argentina, y evasiones planificadas a través de la interposición de personas. Entonces ahí hay un problema grande que tiene que ver con el funcionamiento de esta economía clandestina, donde funcionan fenómenos como el mercado de lavado de dinero, el mercado de la corrupción pública, el mercado de las compras públicas ilícitas que atacan permanentemente la estructura de los gobiernos a nivel nacional, provincial y municipal.

Otro tipo de economías clandestinas ligadas con segmentos menores hablan de la informalidad de decisiones empresariales, totalmente repudiables, como tener trabajadores y trabajadoras en negro, la trata de personas, el tráfico de migrantes de trabajo en supermercados, con aportes apócrifos para ingresen migrantes a trabajar.

La Economía Social

Además, hay un cuarto sistema que es muy importante y que es cada vez mayor en la República Argentina, que es el subsistema de la economía social (del cual la economía popular es uno de los componentes esenciales porque allí, los movimientos sociales han logrado construir un conjunto de prácticas políticas, destinadas a transformar la vida de quienes están y estuvieron durante muchos años excluidos de todas las formas de trabajo).

Se ha planteado una idea que es clave, que es la separación entre empleo y trabajo, bajo el supuesto o bajo la afirmación conceptual.

“Aún cuando exista desocupación en nuestro país, todos y todas trabajan. Esta es la clave de la discusión: Si todos y todas trabajan, todos y todas tienen derecho a que el estado garantice un ingreso universal. La discusión que tenemos que dar es sobre la economía y la política económica que se llevan adelante”

El Ministerio de Economía, solamente se ocupa de la primer sección, que es la Economía de Mercado y se ocupa mal porque mira los problemas sin tener en cuenta la interacción con los demás subsistemas económicos. Lo mira como si todo fuese una cuestión de colocar deuda en el mercado de pesos o en el mercado internacional y establecer reglas vinculadas con el financiamiento del sector público y no mucho más que eso o algunas cuestiones vinculadas con el sector externo.

Pero la vinculación, por ejemplo, entre la política fiscal, la política tributaria y la política criminal en la Argentina no se conoce. La vinculación entre la política económica y la política antimonopolios, de la cual también el informe de la compañera del CEPA da cuenta, porque todas esas estructuras estratégicas en materia societaria destinadas a controlar sectores inciden directamente en la manipulación de precios de la economía. Ese aspecto de la Economía tampoco se analiza cuando se piensa la discusión más amplia sobre la política económica, sobre cómo se forma la discusión en términos de conceptos clave de la economía Argentina, y creo que ahí es donde tenemos que pensar esas interacciones, la interacción entre el mundo de la economía social y el mundo de la economía de Mercado.

Se piensa que el argentino, dentro de la economía social (que está pensada como una economía de mera subsistencia de sectores que son vulnerables) no tiene capacidad propia de generar valor y de insertarse estratégicamente cuando les conviene en mercados competitivos del primer subsistema, que es el sistema de economía de Mercado

La “ley de marca colectiva”, una ley prácticamente inutilizada que podría permitir, entre otras cosas, que sectores cooperativos y mutuales se inserten fuertemente en unas de estas discusiones de la política pública.

Entonces, creo que parte de la discusión conceptual que tenemos que dar, es la idea de en la Argentina, la política económica requiere una integración compleja de estos cuatro subsistemas.

De qué manera, teniendo una muy buena política de regulación sobre la economía de Mercado y teniendo aislada lo máximo posible la economía criminal ( que en la Argentina tiene dominancia respecto del resto de los sectores de la economía) y mirando los precios de transferencia para establecer los problemas de fuga de capitales de los grandes grupos económicos lo repensamos todo.

Basta simplemente con levantar el teléfono y llamar a cualquier empresa constituida en la República Argentina y ver cómo son sus políticas de facturación de importaciones y exportaciones para ver que están insertas en alguna estructura de facturación apócrifa. Por donde salen miles y miles de millones de dólares todos los meses con la complicidad activa de los funcionarios del Banco Central de la República Argentina y los funcionarios de la Secretaría de Comercio.

No hace falta mirar más allá que la tapa de los diarios para ver, por ejemplo, el sistema de pago aceitado de comisiones indebidas, de coimas, vinculadas con el funcionamiento de la obtención de registros para importar y para exportar, de licencias vinculadas con la importación y con las exportaciones.

Es decir, todo un conjunto de cosas que marcan que hay una dominancia de la economía clandestina por sobre el resto de las economías.

El mercado del dólar Blue es la prueba más clara. Una brecha del 100% marca una rentabilidad extraordinaria que directamente vuelve insignificante la posibilidad de plantear algún tipo de incentivo orientado a generar rentabilidades en otro sector de la economía.

Para un pequeño mediano empresario en la Argentina, la adaptabilidad en términos económicos implica entrar en alguno de estos esquemas vinculados con las distintas dimensiones de la economía criminal.

La economía, la política económica debe sentar las bases de una articulación fuerte contra la economía criminal para separar la paja del trigo, y para tener controlado este fenómeno de amenazas permanentes de fuga capitales en Argentina, no sólo es a través de precios de transferencias. Hay también muchas otras formas de fuga de capitales que son fácilmente constatables y que el estado no analiza, no mira, no sanciona ni reprime.

La política social, la política vinculada con la Economía Social debe dejar de ser vista como una economía de subsistencia, como una economía parasitaria, y como una economía de emergencia

Hay una cuestión clave a debatir, que tiene que ver con tres aspectos: Primero, es central dar una pelea política concisa porque la Economía social puede medirse en términos de producto bruto y esto es clave, porque ya hay cerca de siete u ocho subsectores dentro de la economía social que han sido identificados por el registro nacional de trabajadores y trabajadoras de la economía popular. Siete ú ocho sectores específicos y se puede comenzar a construir una teoría sectorial de la Economía social en la Argentina.

Tener un Ministerio de Desarrollo Social es incompatible con esta visión y tenemos que pelear por un Ministerio de Economía popular que pueda establecer claras políticas de medición de su actividad productiva sobre el producto bruto y evaluar.

¿Cuál es la incidencia de esta famosa economía de subsistencia clave para enormes sectores que están viviendo hoy bajo la línea de pobreza y tercero, vinculado con la economía social, que va directo al meollo de la cuestión sobre el ingreso universal

 Lo que debemos repensar es la teoría del subsidio vinculado con la economía social asignando una ayuda de carácter condicionada, aún cuando en general se las definan como asignaciones o ayudas universales.

Del subsidio individual al subsidio colectivo

Sabemos que en muchos casos tienen una aplicación condicionada por grupos específicos para que la gente no siga cayéndose de la estructura básica de la sociedad, pero hay que pensar una vez pasado eso, en políticas muy concretas con cómo construir una política del subsidio orientada a sostener comunidades en la República Argentina. Comunidades productivas, comunidades aborígenes, comunidades de Inquilinos, comunidades de productores, comunidades de artesanas.

Es decir, me parece que la clave está en pensar, dentro de todo este campo de redefinición de conceptos que planteamos desde CEPPAS con nuestros grupos de trabajo y de investigación, es plantear el pasaje de una teoría del subsidio individual a una teoría de subsidio colectivo, donde quien recibe el subsidio deje de ser rehén o visto como un parásito de una estructura estatal o política, y pase a recibir un fondo o una asignación vinculada con su participación o su pertenencia a una determinada comunidad dentro de la sociedad argentina.

Creo que esta es la clave: Pensar cómo podemos dar el salto desde un lugar al otro; todo lo demás es fácilmente discutible. Los problemas de financiamiento son fácilmente discutibles porque la primer piedra que tenemos que sentar para replantear todo esto es la piedra conceptual.

En la República Argentina este modelo económico no funciona, no funciona ni la valorización financiera, ni el uso de recursos orientados a pleno empleo como hipótesis de generación de condiciones de igualdad y de reducción de las inequidades a nivel social. Es importante que pensemos una redefinición de todos los instrumentos de la política económica, de la política pública en materia económica para integrar estos sectores, y poner en cada lugar las complejidades y los aspectos que corresponden a cada uno de estos subsistemas.

Estudiar su interacción para pensar políticas claras vinculadas con un modelo de Economía de Mercado para generar mayor capacidad de acción. Por ejemplo, promoviendo la incorporación de empresas de la oferta pública que permiten generar nuevas reglas de transparencia y generar políticas de recolección de capital privado destinado a la inversión.

Generando una política de reducción al máximo posible de los fenómenos criminales en materia económica y posibilitando mayores condiciones para la  incorporación de trabajadores y trabajadoras al mercado formal a largo plazo

Fortaleciendo la política tributaria del país en términos de efectividad y Generando una política de asignación prioritaria de recursos en términos institucionales, en términos políticos, en términos conceptuales a los sectores de la Economía social, que hoy tienen un lugar clave.

No podemos seguir haciéndonos los distraídos respecto de las limitantes que el cambio climático. El planteo es a todos los países a nivel global y no alcanza con decir que países como Argentina (que somos países en vías de desarrollo) estamos en calidad de acreedores de la contaminación que generan los países centrales porque debajo nuestro hay países que están en condiciones mucho peores que las nuestras. En que reciban la contaminación que nosotros también generamos es un problema: nos involucra a todos como globalidad y nos obliga a pensar una nueva forma de organizar la producción y de organizar la valorización, y de organizar las reglas de distribución de la riqueza en una sociedad que es cada vez más injusta.

Con  6% ó 7 % de desocupación y el 40% de la sociedad viviendo bajo la línea de pobreza y casi la mitad de la economía viviendo en la informalidad o en la clandestinidad, marcan justamente que las tareas que se necesitan por delante son urgentes.

Quisiera agregar, sobre el Banco Central. Una política más que marca la ineficacia absoluta y el vencimiento de esa institución. Son instituciones vencidas. Fíjense lo que viene pasando con la política monetaria del Banco Central desde que Macri llegó al poder en adelante.

Pero esto venía incluso mucho antes, gestándose muy levemente pero es hoy un fenómeno que ya casi no tiene solución de continuidad. La aplicación de una política sostenida en el tiempo de remuneración de canjes a los bancos que ha hecho que el Banco Central actúe en realidad como tomador de créditos del sector privado financiero, y que tiene que dar créditos a la producción y al consumo y no los da.

Intermediando toda la estructura del sistema financiero argentino para prestarle al Banco Central sin riesgo alguno, a cambio de lo cual el Banco Central emite más moneda, aumenta la base monetaria, aumenta la cantidad de agregados monetarios, y genera a partir de eso algún grado de incidencia sobre la estructura inflacionaria argentina.

Entonces me parece que ahí hay una discusión que también hay que dar, que es esta política del Banco Central destinada a remunerar, sin ningún tipo de cuestionamiento, canjes de él o de los distintos bancos que conforman el sector privado financiero.

Es una política que también requiere de una revisión muy profunda porque fundamentalmente, ha desintegrado absolutamente la banca en la Argentina y la principal consecuencia de eso es que hoy en la Argentina, no hay ninguna capacidad de generación de créditos genuinos para ningún sector de la actividad económica que tenga necesidad real de tomar un crédito para comprar maquinaria o expandir producción.

Muchas gracias

Video con la exposición completa

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