Economía, Redes Cooperativas y Comunitarias

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Equipo de Economía, Redes Cooperativas y Comunitarias de la Multisectorial Federal de la República Argentina, Universidad Popular de Invierno 2025, en su 4a edición, coordinado por Julián Denaro y Florencia Arana. Con lxs panelistas invitadxs: Leidy Ortiz, Presidenta de la Federación de Cooperativas comercializadoras Alta Red; Damaris Pacchiotti, coordinadora del Proyecto Empresa Pública de Alimentos Ciudad Futura (Santa Fe) y Yanina Settembrino, referente nacional de la Federación Rural para la Producción y el arraigo. Con participación del coordinador general de la Multisectorial Federal de la República Argentina, compañero Pablo Sercovich. Panel abierto para todxs lxs inscriptxs. Video del Encuentro al final de la publicación.

Transcripción

Apertura por Julián Denaro

Hola, ¿cómo están? Vamos a tratar de sumar nuestras experiencias diversas, nuestros conocimientos y nuestras tan valiosas posiciones. Hay varias cosas por decir.

Por un lado, recordar que ahora se viene la Universidad Popular de Invierno. La Universidad de Verano fue muy exitosa y alcanzó consensos importantes que tienen que ver con la riqueza total del país y cómo está distribuida. Cuando esa riqueza se concentra en pocas manos, siempre se perjudican las mayorías y se reduce el potencial hacia el futuro. Dicho en forma simple: se lo roban todo. En cambio, cuando el ingreso se distribuye de manera más justa, inclusiva y equitativa, mejora el nivel de vida de las mayorías y crecen todos los potenciales.

También habíamos destacado, y ahora me meto con algunos temas de coyuntura, la cuestión de la recaudación de impuestos. Se habla mucho del equilibrio fiscal. Caputo repite todo el tiempo lo mismo. Pero hay dos formas de lograr equilibrio o superávit fiscal: bajar el gasto o subir los ingresos. De esto hablamos en reiteradas ocasiones. La CEPAL informó que en Argentina la evasión fiscal ronda el 50%. Para dimensionar: el PBI es de unos 630.000 millones de dólares. Con una presión fiscal del 32%, deberían recaudarse cerca de 200.000 millones. La mitad se evade: 100.000 millones de dólares por año que el Estado no cobra. Imaginen todo lo que podría hacerse con esos recursos. Y tenemos un presidente que dice que el evasor es un héroe porque escapa de las garras del Estado. Un presidente que se autodefine como el topo que viene a destruir el Estado.

Estas mentiras atraviesan a la sociedad, generan engaño, convencimiento, fe ciega en que eso es así. Sobre esto tenemos que trabajar: informar, formar, convocar a la reflexión y a la toma de conciencia. Porque no es lo mismo forjar una Argentina industrial, tecnológica, científica, satelital, energética, minera y productiva, que reducirnos a un territorio puesto en venta barata para los capitales financieros transnacionales. Hay dos modelos de país: uno librecambista-financiero, que destruye todo, arrasa y solo enriquece a los más ricos; y otro proteccionista, industrial e integracionista, que apuesta a una América Latina grande, bella y hermanada, salvo por unos pocos vendepatria que se entregan a cambio de favores personales.

En lo que respecta a hoy, me parece importante recordar algo. Ahí Suri había señalado, y yo también escuché varias presentaciones que me emocionaron, que se vinculan con la pequeña producción, la agricultura familiar, las artesanías locales y el espíritu cooperativista. Allí está la clave: asociarse para evitar a los grandes intermediarios. Como dice un amigo mío, el Tuma: uno de los grandes desafíos de la revolución es saltar a los intermediarios, porque son ellos los que se quedan con el fruto del trabajo. En la cadena de producción, distribución y comercialización, ¿cómo puede ser que el pequeño productor reciba apenas el 10% del precio, mientras todo lo demás queda en manos de grandes corporaciones? Eso hay que solucionarlo urgente.

Hubo momentos en la historia donde se intentó. El IAPI de Perón, o durante el gobierno de Cristina, con la Secretaría de Comercio Interior y Exterior que visibilizaba las cadenas de valor y detectaba abusos de posición dominante de las corporaciones. Una propuesta recurrente es la creación de una empresa estatal de alimentos para regular y poner luz sobre estos abusos. Pensemos además que apenas ocho o nueve exportadores concentran todas las exportaciones agropecuarias, en un país que produce alimentos para 500 millones de personas pero tiene más de 10 millones que comen menos de lo que necesitan cada día. Esto es producto de la concentración de la riqueza y de los ingresos, inédita en nuestra historia.

Hubo etapas de destrucción —la dictadura, Menem, De la Rúa, Macri—, pero nunca a esta velocidad: caída del poder adquisitivo, concentración, endeudamiento. Es lo que Macri había anticipado: “Si volvemos a gobernar, vamos a hacer lo mismo, pero más rápido”. Y lo están cumpliendo. Hacen lo mismo, pero más rápido, y eso significa una destrucción violenta, torturante para la población. Se quitaron medicamentos gratuitos a jubilados, oncológicos a enfermos de cáncer, paliativos a personas con enfermedades terminales. Están condenando a la gente a morir sufriendo. Están disfrutando torturar a la población.

Para ir cerrando, ¿cómo se sostiene este modelo? No es un detalle menor. Este esquema librecambista-financiero, con apertura importadora, destruye la industria y generó la inflación en dólares más alta de la historia argentina. Con el dólar congelado y una inflación interna mensual del 3% o más, el billete de \$100 compra cada vez menos. Pasamos de ser un país competitivo, con superávit comercial, turístico y energético hasta mediados de 2024, a ser el país más caro del mundo, con déficit en todas las cuentas.

Además, está la bicicleta financiera, el carry trade: entran dólares, se cambian a pesos, se compran bonos que pagan intereses por encima de la devaluación, se enriquecen en pesos más rápido de lo que sube el dólar, y luego recompran dólares para fugarlos. Esos intereses los paga el Estado, o sea nosotros; los dólares que se llevan, también los pagamos nosotros; y como no alcanza, se cubre con endeudamiento.

Lo más preocupante es que este plan tiene un objetivo claro: quedarse con nuestras riquezas, nuestros recursos y hasta nuestro territorio. Nos van a seguir prestando mientras este gobierno se mantenga, hasta que no podamos pagar y tengamos que entregar lo nuestro.

Compañeros, estamos en el peor momento de toda la historia. Y esto hay que revertirlo entre todos. Pablo, muchas gracias, Suri, buenas noches.

Pablo Sercovich:

Bienvenidas y bienvenidos a todas y todos. Para nosotros es un honor contar con su presencia en este encuentro. Queremos agradecer especialmente a Julián Denaro, coordinador junto con Florencia de este equipo de Economía, redes cooperativas y comunitarias.

Esta Universidad de Invierno es una iniciativa que promueve la Multisectorial Federal de la República Argentina, nacida de la comprensión de que este proceso de articulación y organización comenzó en tiempos del macrismo, combatiendo la dolarización tarifaria, y se reanudó después de la pandemia con las multisectoriales. Recordemos también lo ocurrido en Jujuy con su reforma constitucional, que fue el primer capítulo de esta serie de horrores que hoy estamos presenciando.

Una vez asumida la gestión por parte de La Libertad Avanza, entendimos la necesidad de convocar compañeras y compañeros, profesionales y técnicos con distintos saberes. Porque no se trata solo de plantearnos un escenario de lucha y resistencia, sino también de defender los derechos conquistados, consolidar procesos positivos y beneficiosos para la población.

En ese camino logramos construir un gabinete multisectorial en espejo al gabinete nacional, agrupándonos temáticamente. Y a partir de esta convocatoria conformamos, ya en febrero de 2024, de la mano de la CTA Autónoma, nuestra primera serie de encuentros: 12 paneles de los cuales existen registros y transcripciones muy valiosas. Esa primera etapa nos permitió analizar el impacto de una reforma constitucional encubierta sobre todas y todos nosotros.

Luego, en la Universidad de Invierno del año pasado, convocamos referentes de distintos sectores para ofrecer sus miradas tras el análisis de la legislación vigente y sus modificaciones. También allí agradecemos profundamente a la CTA Autónoma, a Cachorro (Godoy) y a todas y todos sus compañeros, por abrirnos la casa.

En febrero de este año recibimos la invitación de FLACSO para organizar allí esta nueva serie de paneles, que resultó nuevamente muy exitosa. Todo ese material está disponible en un repositorio con las transcripciones de cada exposición. Pero además dimos un paso más: incorporamos esos diálogos en un dispositivo de inteligencia artificial, que en la Multisectorial usamos habitualmente, y que podemos socializar para quienes no lo conozcan.

Ese antecedente nos permitió ensayar lo que hoy ya es un proyecto más ambicioso: la construcción de un multiagente alojado en servidor propio y con soberanía de datos. Lo concebimos como una herramienta clave para las multisectoriales, no solo para compartir tecnología, sino también para implementar estrategias de gestión, construir mapeos y poner a disposición en tiempo real la situación en cada área.

Se abre así un recorrido fundamental a partir de este proceso inclusivo, participativo y transversal. Convocamos a todas y todos a integrarse, siempre aportando nuestro mejor esfuerzo, reconociéndonos en la labor colectiva de transformar esta realidad tan cruda y cruel. Buscamos contraponer un modelo de gestión antitético al actual escenario de concentración, sometimiento, colonialismo y dependencia.

Hoy tenemos una ventana de oportunidad: la de concebir, a partir de estos diálogos y consensos, estrategias de intervención que permitan construir una cosmovisión capaz de volver a enamorar a nuestra sociedad. Una cosmovisión que nos devuelva la posibilidad de construir mayorías y respaldar cambios profundos.

Por eso, es tan importante la presencia de todas y todos ustedes. Invitamos a sumarse al equipo de Economía. Florencia, si podés compartir el enlace al grupo de economía, redes cooperativas y comunitarias de la Multisectorial, será muy útil para que compañeras y compañeros se incorporen, se apropien de esta iniciativa y trabajemos en conjunto.

Lo hacemos intentando impulsar acciones que aporten al conjunto, trabajando también con la cátedra de Planificación Participativa y Gestión Asociada de FLACSO, que nos ofrece una metodología valiosa para el desarrollo de proyectos comunitarios con protagonismo de la comunidad.

Hoy, además, contamos con nuevas herramientas que permiten participación e intervención colectiva. Hay antecedentes diversos: Evo, en la apertura de esta Universidad de Invierno, planteaba la importantísima metodología de “mandar obedeciendo”. También lo vemos en la reforma constitucional venezolana con la incorporación del cuarto poder comunal. Son experiencias con las que estamos en contacto para construir entre todas y todos lo que esperamos que sea, y mañana tendrá un encuentro clave: la Universidad Popular del RUNASUR.

El gabinete multisectorial ya está trabajando en esa dirección y ayer tuvo una reunión muy importante. Invitamos a sumarse protagónicamente, a participar codo a codo en ese proceso. Nuevamente, nuestro agradecimiento. Y ahora los dejo en la voz de Florencia y de Julián para seguir coordinando este excelente panel.

Florencia Arana:

Muchísimas gracias. Bueno, gracias, Pablo, por compartir.

Quisiera comenzar con una frase que nació en la universidad pasada y que sirve para introducir lo que significa el cooperativismo en nuestras organizaciones. La frase dice así: “No somos la rueda de auxilio del capitalismo, como muchos creen. Somos una economía con peso propio, con valores, con una historia de resistencia, innovación y propuestas.”

Estamos convencidos y convencidas de que el cooperativismo puede enfrentar estas formas de gobierno que buscan hacernos desaparecer, pero no desde la bronca, sino con inteligencia, organización y trabajo colectivo.

Por eso, en esta oportunidad elegimos poner el foco en el derecho a la alimentación, el derecho a producir, a comercializar, y en definitiva, el derecho de los pueblos. Invitamos a compartir experiencias concretas de producción y de comercialización, con el fin de problematizar estos derechos y generar una retroalimentación que fortalezca nuestras prácticas.

Sabemos que en nuestros territorios la situación es difícil, pero también que realizamos acciones conjuntas entre organizaciones y asociaciones de base, y que de manera permanente practicamos la economía social y solidaria. Por eso decidimos abordar este tema en particular hoy.

En esa clave, vamos a dar la palabra primero a la compañera Damaris, ya que debe retirarse a las 21:15.

Damaris Pachiotti:

Buenas noches a todos y todas. Acá estoy.

Florencia Arana:

Perfecto, te escuchamos bien. Si querés, primero te presento:

Damaris es abogada, militante de Ciudad Futura en Santa Fe y coordinadora del proyecto de Empresa Pública de Alimentos. Esta empresa pública está destinada a la producción y comercialización de alimentos. Se trata de una corporación conformada por una planta fraccionadora de productos de consumo masivo y por un conglomerado de cooperativas y empresas asociadas de diferentes escalas, que trabajan para garantizar el acceso a alimentos de calidad a un precio justo. No es una empresa de capitales privados ni exclusivamente estatal, sino que está impulsada y sostenida por cooperativas, emprendimientos y organizaciones de la sociedad civil.

Damaris Pachiotti:

Muchas gracias, compañera, por la presentación.

En primer lugar, quiero agradecer a toda la Multisectorial Federal Argentina. Para nosotros y nosotras, desde Ciudad Futura y desde la Empresa Pública de Alimentos, es un honor poder compartir lo que sabemos hacer, nuestras experiencias y, sobre todo, participar en estos espacios de encuentro y aprendizaje. Vengo también a escucharles y a seguir tejiendo esas redes que nos sostienen en la desolación y que nos invitan a construir imágenes de futuro.

Soy hija de una cooperativista, una mujer trabajadora que recuperó una empresa en mi ciudad natal, Cañada de Gómez, muy cerca de Rosario. Hoy estoy aquí como parte del equipo de la Empresa Pública de Alimentos.

Les muestro esta revista que hicimos por los diez años de Ciudad Futura. Allí comienza con la frase: “Resistir produciendo, desde el último tambo de Rosario hasta la puesta en marcha de la primera planta industrial de la Empresa Pública de Alimentos.” Esa oración refleja la centralidad que tiene, en nuestra construcción política, la producción y el acceso a los alimentos.

Ciudad Futura nació en Rosario en 2013 a partir de la confluencia de dos movimientos sociales: Giros, que luchaba por el acceso a la tierra, y el Movimiento 26 de Junio, que exigía justicia frente a la violencia urbana y el narcotráfico. Esas luchas —contra la especulación inmobiliaria en Nuevo Alberdi y tras el triple crimen de Villa Moreno en 2012— marcaron nuestra identidad. Pero entendimos que había que dar una disputa más amplia: no solo resistir en los territorios, sino también discutir el modelo de ciudad y participar en las instituciones. Por eso decimos que Ciudad Futura es un partido-movimiento: combina proyectos territoriales (escuelas de gestión social, comedores, espacios culturales, unidades productivas) con mandatos institucionales y políticas prefigurativas, como la Empresa Pública de Alimentos.

Nuestra hipótesis de construcción política sostiene que la crisis de desafección con la política debe suturarse de abajo hacia arriba y de la periferia al centro. Por eso defendemos tanto la gestión social, el municipalismo y la práctica cotidiana en los territorios como base inseparable de la acción institucional. La Empresa Pública de Alimentos surge de esa lógica. Decimos que discutir los alimentos es discutir absolutamente todo en Argentina. Ni el Estado ni el mercado han sabido garantizar el acceso: los acuerdos de precios con grandes formadores tienen límites, y la desregulación absoluta solo profundiza la exclusión.

En 2020, en plena pandemia, decidimos crear esta política pública integral de alimentos “al revés”: desde abajo hacia arriba, desde la periferia al centro. Apostamos por un concepto de lo público entendido como gestión social —ni estatal ni privada—, donde las comunidades organizadas brindan soluciones concretas y eficaces. Así nació nuestra primera planta industrial en Rosario, inaugurada en julio de 2022. Es una planta cooperativa con capacidad instalada de 400 toneladas mensuales, equipada para clasificar, fraccionar, envasar y moler granos. Allí producimos legumbres (porotos, garbanzos, arvejas), arroz y yerba —esta última en alianza con cooperativas de Misiones—. Todos los productos se comercializan con nuestra marca EPA. Además, conformamos una red de pequeños y medianos productores, comprando granos a precio justo y reduciendo intermediarios. Así logramos elaborar cajas de 15 productos cooperativos a 17.500 pesos, generando entre un 30% y 40% de ahorro para las familias. Estas cajas ya llegan a sindicatos, centros de jubilados y organizaciones sociales en distintas provincias, desde Bariloche hasta Chaco.

Nuestro objetivo es claro: abaratar costos, garantizar alimentos sanos y cercanos, y demostrar que otra forma de producción y comercialización es posible. Aunque no logramos acuerdos con los gobiernos provincial o municipal, avanzamos igual con la fuerza de la organización social.

Hoy también sostenemos proyectos como la Misión Antiinflación, que permite a familias hacer compras colectivas online y retirar mensualmente lo que en otro caso deberían pagar más caro en un supermercado. Y estamos desarrollando una nueva línea de barritas de cereales saludables, sin octógonos, pensadas como política alimentaria para la niñez.

Con orgullo podemos decir que, en un año de funcionamiento, hemos mantenido los precios de nuestras cajas, mostrando que la gestión social puede garantizar el derecho humano a la alimentación.

Les agradezco mucho la atención y quedo disponible para responder preguntas. Quienes quieran conocer más, pueden entrar a nuestras redes o visitar la planta en Rosario. Este proyecto es fruto del esfuerzo conjunto de organizaciones sociales, cooperativas, técnicos e instituciones que apostaron a mostrar una alternativa real y eficaz para garantizar alimentos justos y de calidad en nuestras ciudades.

Julián Denaro:

Bueno, permítanme. La verdad es que la exposición fue brillante y muy completa, pero quisiera enfatizar algunos puntos que mencioné antes, vinculados con la apropiación de valor y de riqueza en manos de unos pocos.

Cuando Damaris contaba que podían sostener los precios sin necesidad de remarcar, eso significaba que esos valores aún permitían pagar todos los salarios y cubrir los costos necesarios, manteniendo un margen de ganancia razonable. Entonces, cuando los grandes formadores de precios o intermediarios aumentan especulativamente, lo que hacen en realidad es apropiarse de ese valor. Se quedan con un porcentaje cada vez mayor de la riqueza generada a lo largo de toda la cadena de producción, distribución y comercialización.

Vale la pena ponerlo en números. Si el PBI de la Argentina es de 630 mil millones de dólares y sigue siendo el mismo, pero todo el pueblo —excepto los más ricos— está más empobrecido, la conclusión es clara: esa riqueza se la apropiaron los sectores más concentrados. Si el PBI representa el ingreso nacional, y los trabajadores, pequeños productores, industrias, fábricas y talleres tienen menos, es porque el sector financiero y los núcleos dominantes se quedaron con esa parte.

Ahora bien, puede que alguien se pregunte: “¿Cómo puede ser que el PBI siga siendo el mismo? ¿No era que Milei destruyó todo?”. Bueno, creo que también influyó la situación previa. Recordemos que en 2023 atravesamos la mayor sequía de la historia, y la producción agropecuaria representa aproximadamente un 20% del PBI. Esa caída tan fuerte redujo la actividad total del país, y cuando se recuperó el nivel de producción, el PBI se equilibró de esa manera.

Florencia Arana:

Bueno, gracias, Juli, por tu intervención.

Veo que hay varias manos levantadas. Les pedimos que, si pueden, dejen sus preguntas en el chat porque ya son las nueve, y la compañera tiene que retirarse. Además, debemos dar paso a dos experiencias más que son muy interesantes.

En ese sentido, queremos agradecerte, Damaris, por tu presencia. Quédate con nosotras y nosotros el tiempo que puedas. Fue muy valiosa tu exposición y especialmente este planteo sobre la necesidad de generar canales de valor agregado para productores y productoras.

Ahora sí, vamos a invitar a Yanina Settembrino, que está presente junto a militantes de la Federación Rural. ¿Están por ahí?

Yanina Settembrino:

Buenas noches a todas y todos. Gracias por la invitación y un saludo a mis compañeras de mesa. Quiero destacar que se trata de una mesa de mujeres, algo muy valioso de plantear también desde la universidad. Felicito a las compañeras y compañeros de Ciudad Futura por su hermosa experiencia, que seguimos con admiración. Y celebro también la intervención de Lady y Altared, que realizan un enorme esfuerzo en el comercio minorista, tan golpeado en este contexto.

Mi nombre es Yanina Settembrino, formo parte de la Federación Rural, una organización de segundo orden integrada por asociaciones, cooperativas y asambleas de base en todo el país. Representamos a más de 20.000 familias agricultoras y cooperativas, pequeños y medianos productores de todas las ramas: tanto ganaderas como vegetales. La pequeña agricultura hoy está conformada mayoritariamente por el sector hortícola.

Quiero desmitificar algunas cuestiones en torno a la agricultura y al cooperativismo. El cooperativismo agrario es fundacional en la historia argentina, incluso creador de pueblos enteros. Por eso, desde la Federación asumimos el desafío de la producción con arraigo, entendiendo que el cooperativismo debe tener un rol central en una nueva Argentina que repiense la relación entre campo y ciudad.

Se suele hablar de “urbanizar la discusión rural”, pero yo sostengo lo contrario: debemos ruralizar la discusión urbana. Es necesario visibilizar los privilegios de quienes viven en la ciudad frente a quienes habitan y producen en el campo.

Nuestra Federación trabaja mediante proyectos socioproductivos fuertes, alrededor de los cuales organizamos a los productores en cada economía regional. Así desarrollamos, por ejemplo, una planta procesadora y exportadora de cebolla en el sur bonaerense, centros de acopio, producción de plantines y bioinsumos, la Escuela Nacional de Agroecología, ventas a supermercados y experiencias de agregado de valor como fábricas de quesos con marca propia. Todo esto demuestra que aquello que suele considerarse imposible, en realidad sí se puede hacer desde el cooperativismo.

El principal desafío de la agricultura argentina hoy es sobrevivir a la crisis. Los pequeños y medianos productores están reduciendo superficies, perdiendo capital, vendiendo herramientas para subsistir y sufriendo la descapitalización. Para ellos, la agricultura no es un “negocio”: es su vida, y aun así necesitan rentabilidad económica para sostenerse. El multiempleo es una salida frecuente, pero precaria. El mercado interno está en crisis: la caída del poder adquisitivo de los trabajadores afecta directamente a quienes producen para abastecerlo. Mientras tanto, la crisis funciona como un mecanismo de concentración: concentra tierra, capital y poder económico. A ello se suma el problema estructural del arrendamiento crónico, que limita la productividad y el arraigo.

La agricultura familiar es la más eficiente del país: produce mucho, con calidad, de manera sustentable, disputa el mercado real y alimenta a la mayoría de la población. Sin embargo, la concentración de la tierra y la renta sigue siendo una barrera central para el desarrollo.

Otro gran desafío es disputar el mercado real. No queremos que el cooperativismo sea “la economía de los pobres”, sino una economía con capacidad de competir, aportar eficiencia productiva y participar en cadenas nacionales e internacionales, incluida la exportación. Lo que hace una empresa privada, también puede hacerlo una cooperativa, con otros valores.

El principal obstáculo es el capital. Necesitamos construir una fuerza gremial y productiva, económica además de política, que permita disputar poder real en Argentina. El control del Estado, por sí solo, no alcanza.

La soberanía alimentaria no es producir unos pocos alimentos en el balcón de casa, como se caricaturiza. Es que el pueblo argentino, organizado, decida qué, cómo y para quién producir, tanto para el mercado interno como para el externo. Denunciamos la ruptura entre agricultura y alimentos que se consolidó en los ’70 y ’90, cuando la producción dejó de estar pensada para alimentar al pueblo y pasó a responder a la lógica de acumulación del capital.

Desde la Federación impulsamos la producción de bioinsumos, clave para un modelo agropecuario soberano, menos dependiente de insumos importados. Estamos construyendo la primera planta de mayor escala en el sudeste bonaerense, con capacidad de abastecer a miles de productores. Apostamos a la agroecología, no como nicho marginal, sino como transición hacia modelos más eficientes y sostenibles. Otro reto central es la tecnificación del agro. La horticultura, por ejemplo, requiere condiciones laborales dignas y mejores herramientas. Incorporar tecnología no significa menos trabajo rural: al contrario, significa más y mejor trabajo.

También exigimos medidas urgentes como la suspensión de desalojos, históricamente adoptada por gobiernos populares. Hoy, 849 personas concentran más de 20.000 hectáreas cada una, mientras 300.000 familias agricultoras —el 80% sin tierra propia— sobreviven con enormes dificultades. La concentración es escandalosa y requiere políticas que redistribuyan y garanticen arraigo.

En definitiva, el desafío es construir un nuevo modelo agropecuario argentino, basado en la soberanía alimentaria, la eficiencia cooperativa, la desconcentración de las cadenas y la felicidad del pueblo. Para eso necesitamos más actores, más organización y más fuerza productiva.

Por último, celebramos que se haya reconstituido el capítulo argentino de La Vía Campesina, junto con UTT, MNCI, FNC y nuestra Federación. Internacionalizar la lucha y la esperanza es clave: somos parte de un hilo histórico que viene del Grito de Alcorta y de las Ligas Agrarias, y que seguirá adelante con las nuevas generaciones, siempre en defensa de una Argentina justa, soberana y solidaria. Muchas gracias.

Florencia Arana:

Gracias, Yani querida, muchísimas gracias por todo el análisis que nos compartiste.

Ahora seguimos con Lady, aunque en este caso no pudo estar presente. De todos modos, sí están aquí los compañeros y compañeras de Alta Red,

Nacho, tesorero de la organización, Valeria, nutricionista a cargo del acompañamiento a productores y Robert, que también nos acompaña esta noche.

Lady dejó muchos saludos para todos y todas, y vamos a retomar al final las preguntas que fueron dejando en el chat.

Ignacio Alonso:

¿Se escucha bien? Bueno, tendría que estar Lady, es cierto. No pudo participar hoy, pero pidió que la acompañemos en este encuentro tan importante para la Federación. Y claro, también tiene derecho a tomarse un tiempo para viajar o estar con su familia, porque la familia es parte esencial de sostener estos proyectos y formas de trabajo.

Me presento: soy Ignacio, tesorero de la Federación Alta Red, una federación de cooperativas de trabajo que nació a partir de encuentros entre comercializadoras de la economía social, solidaria y popular desde 2014. En ese entonces, en el mercadito de Bonpland, tuvimos las primeras reuniones que, como suele pasar en este sector, en lugar de competir nos llevaron a unir fuerzas. Descubrimos que compartíamos a muchos de los mismos productores, fábricas recuperadas y grupos productivos. Sin embargo, teníamos el problema de la escala: no siempre podíamos comprar a ciertos productores en cantidad suficiente ni garantizar el acceso de consumidores a esos productos. Así empezamos a organizarnos para comprar en conjunto, alcanzar escala en productos estacionales como la sidra, y así lograr que más alimentos llegaran a la gente.

Desde el principio trabajamos con un mismo horizonte: el cooperativismo y los valores de la economía social. En 2021 logramos formalizar la federación y obtener matrícula, consolidándonos como una experiencia particular: una federación de comercializadoras de la economía social.

Nuestro lugar estratégico es el Mercado Central, donde estamos hace más de siete años. No es fácil, porque muchas veces somos “los bichos raros” del lugar, pero creemos fundamental estar allí para planificar comercialización, dar acceso a productores y generar escala en frutas, verduras y ahora también productos de almacén.

Además, con el equipo de nutricionistas y el acompañamiento de SENASA, desarrollamos herramientas como el CGPR, que permite certificar y mejorar prácticas productivas para lograr alimentos más sanos y seguros. Es una forma de dar apoyo técnico a los productores y a la vez responder a las demandas de consumidores que buscan alimentos más saludables.

En este contexto, Alta Red se convierte en un canal clave: permite que productores y productoras que no encuentran dónde colocar sus productos a precio justo puedan seguir cultivando, y que consumidores accedan a alimentos agroecológicos, que creemos son los del futuro. Aunque hoy ocupan un espacio pequeño en las heladeras de las familias argentinas, sabemos que en la medida en que los modelos dominantes sigan fracasando, estas experiencias serán parte de las respuestas.

Nuestro desafío actual es sostener la federación en medio de la situación económica compleja: defender precios justos, apoyar a los productores, generar redes y no sucumbir ante las dificultades. Como comercializadoras, estamos siempre en contacto para resolver problemas en conjunto y mantener la comunicación fluida.

Celebro este encuentro, que nos fortalece. Y por supuesto, si alguien quiere profundizar sobre la experiencia de Alta Red, quedamos a disposición. Aquí está también Roberto, que lleva adelante el área administrativa de la federación, una tarea difícil pero fundamental. Y más tarde, nuestra compañera explicará en detalle lo del CGPR. Muchas gracias.

Valeria Goncalvez:

¿Ahí me escuchan bien? Perfecto. Mi nombre es Valeria Goncalvez, soy licenciada en Nutrición. Como comentó Nacho, formo parte del equipo junto a Nerela García, directora técnica del espacio. Yo me sumé en 2022, aunque Nerela ya venía trabajando previamente, primero en el programa Más cerca, más justo. De ahí surgió el SIGEPRO: el Sistema de Gestión de Productores, que Ignacio recién mencionó.

Voy a tratar de ser breve, porque ya es tarde y seguro muchos todavía no cenamos. Y, como nutricionista, no puedo dejar de recordar lo importante que es hacer las cuatro comidas.

El SIGEPRO nace a partir de necesidades detectadas en el acompañamiento a pequeños productores y productores familiares, especialmente en lo relativo a riesgos de inocuidad de los alimentos. El proceso comienza cuando un productor se suma a Alta Red: nosotras tenemos un primer contacto, generalmente en una reunión virtual. En algunos casos también visitamos a los productores en sus lugares de trabajo, por ejemplo en La Plata. En esa primera instancia iniciamos un diálogo para conocer su realidad: si la tierra es propia o alquilada, qué insumos utilizan, qué maquinaria tienen, cómo comercializan y transportan sus productos. Todo eso forma parte de lo que llamamos la caracterización dentro del SIGEPRO: es la “historia” de ese productor. Una vez que está hecho ese relevamiento, damos la aprobación al área de compras para avanzar con la comercialización. Nosotras nos corremos de esa parte, pero lo que garantizamos es que las comercializadoras cuenten con productos que tienen un seguimiento de calidad. Además, tenemos un sistema de reclamos a través de un formulario virtual. Cualquier comercializadora puede usarlo, y desde nutrición acompañamos, analizamos las no conformidades y trabajamos con el productor para mejorar la calidad del producto.

Hacemos varios controles en la cadena: cuando llega la mercadería a la nave (los lunes de madrugada), durante la preparación de los pedidos y en la instancia final de entrega. En todos los casos se revisan parámetros como grado de maduración y ausencia de daños visibles.

Si bien todo comenzó con frutas y verduras, hoy también incorporamos productos secos y de almacén. En esos casos elaboramos fichas técnicas, que permiten conocer con precisión cada alimento y sirven tanto para la gestión interna como para brindar información a potenciales clientes.

Otra línea de trabajo tiene que ver con la articulación universitaria. Con Nerella somos docentes en la Universidad Nacional de Tres de Febrero y llevamos adelante proyectos en los que estudiantes de la carrera de Nutrición participan en experiencias de campo dentro de Alta Red. Esto nos permite visibilizar la experiencia en congresos y ámbitos académicos, y a la vez fortalecer el vínculo entre universidad y territorio.

Nuestro objetivo como equipo de nutrición es garantizar la inocuidad y acompañar a los productores para que puedan ingresar a un mercado mayorista con las reglas y requisitos que exige. Eso incluye asesorarlos en registros: si son de frutas y verduras, en RENPA; si producen secos, en RNA o RNPE; e incluso en la inscripción como PUPA (Pequeñas Unidades Productoras de Alimentos) en la Provincia de Buenos Aires, que abre la puerta a los mercados bonaerenses.

En síntesis, desde nuestra profesión tratamos de brindar herramientas para mejorar la calidad, la inocuidad y el acceso a los mercados de los productores que forman parte de Alta Red.

Acotaciones/ preguntas:

Están preguntando por los precios, así que buenísimo ese comentario para que Robert pueda compartir.

Quería reforzar lo que decía Valeria: la importancia del acompañamiento a los productores, que es una parte fundamental de este proceso.

Roberto :

Muchas comercializadoras, y sobre todo el consumidor final —que es el último eslabón de la cadena productiva y de comercialización— quieren tener la garantía de que los productos agroecológicos, orgánicos o de producción popular no contengan pesticidas ni una carga química significativa.

En su momento, la Alta Red había firmado un convenio con el laboratorio del Mercado Central, e hicimos análisis de frutas y de muchos productos. Lamentablemente, con el cambio de administración eso se interrumpió. Ese trabajo nunca llegó a visualizarse plenamente y no se consolidó un sello que garantizara la producción agroecológica. La experiencia de la Alta Red buscaba justamente eso: dar visibilidad al esfuerzo que hay detrás de este tipo de producción. Mientras que los productos orgánicos sí cuentan con un seguimiento formal, la producción agroecológica familiar, popular o de pequeños productores no tiene aún ese acompañamiento.

Durante 2017, 2018 y 2019 realizamos análisis de laboratorio a pequeños productores. Fue parte de un proyecto con la RET y la UNTREF. De hecho, pensamos hacer una publicación con los resultados junto a las compañeras de la Facultad. Si a alguien le interesa, la información está disponible en archivos que podemos compartir.

En cuanto a precios, la formación de valores dentro de la Alta Red es totalmente abierta y transparente. Cada vez que una comercializadora se acerca a trabajar con nosotros —más allá de las siete fundadoras, hoy somos doce asociadas— compartimos la lista de precios. Además, estamos vinculados con 56 comercializadoras que compran semanalmente, y movilizamos alrededor de 50 toneladas de productos de todo el país: del norte, sur, oeste, y pronto también del este cuando incorporemos pescado fresco con el acompañamiento de las nutricionistas.

Llegamos a gran parte del AMBA (zona sur, norte y oeste) y también a provincias como Entre Ríos, Río Negro y La Pampa. La logística obliga muchas veces a que los productos pasen por Buenos Aires, pero aún así logramos articular la distribución.

En la Alta Red publicamos siempre una lista de precios abierta: se incluye el precio de compra, el IVA y los costos de transporte. Todo el proceso es transparente. Apostamos a que la comercialización cooperativa y solidaria se distinga de las cadenas comerciales tradicionales, como Coto o Jumbo, que venden productos orgánicos pero sin claridad sobre la formación de precios. Nosotros sabemos exactamente cuánto se paga al productor, al transportista, qué porcentaje se toma para sostener la red, y los impuestos involucrados.

Hoy la situación es difícil. Como explicaba Nacho, los plazos de pago se extendieron: de 7 días pasaron a 14, luego a 21 y, en algunos casos, a 28. Eso genera desfinanciamiento en muchas cooperativas y también nos afecta con los productores, con quienes solemos acordar pagos a 7 días. Sostenemos esos acuerdos con mucho esfuerzo. La comercialización es complicada tanto con los productores como con los consumidores finales, sobre todo en un contexto donde los ingresos han caído. Aun así, creemos que apoyándonos mutuamente entre cooperativas productoras y comercializadoras podremos sostener la cadena de valor.

Seguramente tendremos que atravesar dos años difíciles, pero confiamos en que podremos superarlos. Y con espacios como este, donde se piensa en nuevas formas de producción y comercialización, estamos seguros de que vamos a seguir sosteniendo el trabajo cooperativo, la cadena de valor de los productores, la de las comercializadoras, y, en definitiva, llegar al consumidor final.

Muchas gracias por el espacio, fue un encuentro muy valioso. Ya casi son las 22 horas, así que terminamos justo a tiempo.

Florencia Arana:

Gracias, Robert. Quería hacer un aporte que me parece importante. Cuando hablamos de formación de precios, enseguida se nos viene a la cabeza cómo se construyen. Desde nuestro cooperativismo también vamos armando esos precios en colectivo, de manera conjunta.

Me parece muy genuino todo lo que mencionás, y especialmente este concepto de la intermediación solidaria, que como la palabra lo indica, se hace con mucho esfuerzo y colectivamente.

Así que gracias, Alta Red, por estar presente. Si les parece, hacemos ahora una ronda corta de preguntas y respuestas. Nos quedaremos unos 15 minutos más, ¿están de acuerdo?

¿Pablo, estás por ahí? Podés hablar. Eso sí, pedimos síntesis por el tema del horario. Adelante.

Preguntas e intervenciones de lxs participantes:

Carlos:


Buenas noches a todos y todas. Mil disculpas por entrar tarde a esta charla y capacitación. Estoy trabajando en una zona rural en el interior de Jujuy. Fui a ver los animales de mi familia y figuro como integrante de una cooperativa agropecuaria acá en mi provincia. También estoy inscripto en lo que era agricultura familiar, no sé si sigue vigente.

Hablo principalmente de mi provincia, aunque también de la región del norte. Actualmente ya no existen mercados como el programa “El mercado en tu barrio”, donde se organizaban municipios, cooperativas o redes de comercialización. Eso se abandonó hace unos tres años. Hoy hace falta que se vuelva a implementar, no solo con los municipios, sino también con organizaciones vinculadas a la agricultura familiar, fundaciones, asociaciones civiles o incluso centros de jubilados. Sería una manera de ayudar a la economía popular y a muchas familias que hoy no pueden acceder ni a un asado un domingo, ni a comprar lácteos, fiambres, harina, aceite o azúcar.

Para dar un ejemplo: nosotros estamos en una zona productora de azúcar, con ingenios como Ledesma o La Esperanza (este último entregado por el gobernador Morales a una empresa privada). Sin embargo, acá pagamos el azúcar cinco veces su valor real. Las pequeñas fraccionadoras no pueden competir porque les ponen muchos aranceles y les cortan la posibilidad de crecer.

En Jujuy no se respeta la Ley de Góndolas, que debería permitir a pequeñas pymes y cooperativas colocar sus productos en las cadenas de supermercados. Algo similar ocurre en Salta.

A mí me gustaría que se organice en octubre alguna actividad en nuestra región, similar a “El mercado en tu barrio”, para que puedan venir productores de carne de Rosario, Entre Ríos, Córdoba o Buenos Aires; lo mismo con el pescado, que acá es carísimo. Muchas familias ya ni lo conocen, salvo el pescado de río, pero no el de mar.

Otro ejemplo: en Jujuy hay una cooperativa en la Puna —lo sabe el compañero Lino Castro— que distribuye carne de llama y de oveja. Lamentablemente, la provincia no le permite comercializar fuera. Solo puede hacerlo mediante convenios con municipios, no con organizaciones o fundaciones como antes.

Ese es mi planteo. Dejo la pregunta y nuevamente pido disculpas. Muchas gracias.

Yo creo que estos espacios sirven para enlazarnos, así que voy a dejar en el chat algunos números de contacto para poder seguir en comunicación.

Ricardo:

Gracias por dejarme participar. Me enteré por la compañera Suri de este espacio.

Seré breve: sabíamos de una experiencia de comercialización en Bariloche, pero estaba ligada a una agrupación política, y por eso no participamos porque teníamos dudas. Ahora sabemos de dónde viene.

Nosotros somos una cooperativa de producción de hortalizas ecológicas, integrada por familias. Hemos tenido dificultades, pero tenemos un espacio demostrativo de producción. Lo que nos interesa es profundizar el trabajo con espacios como este y con las personas que participan.

Creemos que el cooperativismo es una herramienta de resistencia en este contexto. Y además, queremos plantear algo que venimos discutiendo hace años: la producción agroecológica. Hoy se habla mucho de agroecología y de soberanía alimentaria, pero a veces de manera superficial. La realidad es distinta de lo que dicen los manuales o cuadernillos, y cada territorio tiene sus propias dificultades.

Para dar un ejemplo: Bariloche, donde estamos nosotros, es una de las ciudades más grandes de Río Negro y también una de las más desiguales. En la provincia hay una migración masiva de pequeños productores rurales hacia las ciudades.

El problema no es que falten alimentos, sino cómo se producen y cómo se distribuyen. Si no lo hacemos nosotros, lo harán las grandes empresas distribuidoras. Nosotros queremos garantizar alimentos de calidad y producidos de manera justa. Por eso digo: la producción de alimentos no es solo una cuestión técnica. Es, ante todo, una cuestión política. Hay que discutir cómo concebimos la tierra, cómo concebimos la producción y cómo nos concebimos como productores de alimentos.

Muchas gracias por el espacio.

Florencia Arana:


Gracias, Carlos. Gracias, Ricardo. Me parece que vamos a seguir haciendo charlas como ésta: el público lo pide y son necesarias.

Teudoro Ayala:


Buenas noches, compañeros. Lo que se ha tratado hoy es muy importante. Lo primero que mencionó Julián es la deuda, y eso es lo más urgente que debemos abordar, porque el problema central es la deuda. Como siempre he dicho, toda la presión pasa por todos lados, menos por el pago de los intereses.

Siempre he sido crítico, incluso en el Instituto Patria, con los programas como Precios Cuidados, que lo único que han hecho es concentrar recursos y apoyar la concentración económica. Por eso, propongo crear mercados centrales descentralizados en todos los municipios. De esta manera, los productores tendrán un punto de venta y se generará competencia. Esto permitiría bajar la inflación a través de la competencia y la producción, y también mejorar los salarios, que actualmente están muy castigados.

Para poner un ejemplo: hoy en Argentina un café con leche cuesta mucho más que en España, donde en una cadena de panaderías puedes tomarlo con dos medialunas a un precio mucho menor.

Como dijo Julián, lo primero que debemos plantearnos para ganar las elecciones de medio término es suspender el pago de la deuda y renegociarla. No se puede pagar con el hambre de la población, ni con la muerte de enfermos de cáncer, ni con la falta de recursos en cuidados esenciales.

Siempre he propuesto, quizás de manera reiterativa, dictar una ley que grave impuestos extraordinarios a los fondos en el exterior, porque ahí está el dinero: cientos de miles de millones de dólares que se llevaron y prestaron con intereses altísimos, incluso hasta el 100%, mientras que en Europa los intereses son negativos. Eso es lo que debemos plantear y trabajar, compañeros. Eso es todo.

Pablo Sercovich:

Muchas gracias, Teudoro. Julián, no sé si quieres hacer algún cierre, pero antes quisiera invitar a todas y todos a abrir el chat de este encuentro y pinchar en el enlace para ingresar al grupo de economía, redes cooperativas y comunitarias. Suri ya subió el enlace, así que de esta manera todos quedamos articulados y podemos seguir avanzando, no solo de cara a la transcripción y publicación de estas intervenciones, sino también pensando en los talleres que, una vez terminados estos ciclos de encuentros, van a ser coordinados por cada una de las multisectoriales.

Para darle cierre a Julián, quiero destacar el ánimo de meter presión y las muchas expectativas puestas en este equipo. La Multisectorial Federal de la República Argentina entiende que es necesario consolidar un proceso de fortalecimiento del capital social, intentando eliminar la intermediación de estos grupos concentrados de nuestra economía, ya prácticamente extranjerizados. Se hablaba de la ecuación de la crisis como un proceso de apropiación y concentración, ni más ni menos. Tenemos el enorme desafío de transformar esta realidad. Las experiencias que ustedes han transitado y están transitando constituyen, para la Multisectorial Federal, la base sobre la cual nos vamos a pararnos para seguir trabajando en confluencia, pensando en una Argentina para todos y todas. Julián querido.

Julián Denaro:

Bueno, Pablito, Suri, amigos, compañeros, les agradezco infinitamente todo. Es un comentario rapidito, sí. Quiero felicitarlos por este extraordinario panel, muy necesario e importante, sobre todo en la actualidad.

Roberto:

Buen trabajo, Pablo, como siempre, y Julián. Quería recomendarles un documental nuevo que salió hace poco de Rafael Clexer sobre el proyecto de crear una empresa nacional de alimentos. Creo que es un tema para debatir; al menos es importante que podamos reflexionar sobre ello. Además, en ese documental muestran la experiencia de unas cooperativas estatales de La Rioja, lo cual es muy interesante como modelo. Nada más, gracias.

Julián Denaro:

Infinitamente nos hemos enriquecido mutuamente con todos los aportes. Ha quedado claro que nuestra posición, entendida como un conjunto con visión social, cooperativa y de colaboración, se enfrenta a la intención de las corporaciones que nos saquean y quieren apropiarse de nuestros recursos, nuestra riqueza y nuestro territorio, destruyendo el país como lo han hecho en varias ocasiones.

Se ha destacado también la importancia del tema de la deuda. Para no extenderme, quiero resaltar que este encuentro ha sido sumamente enriquecedor en contenido y calidad. Es necesario visibilizar la magnitud del cooperativismo, el porcentaje de la producción total que representa y cómo puede aplicarse como herramienta frente a las corporaciones.

Es un momento de extrema urgencia, porque debemos proteger la patria y construir un país justo e inclusivo, siguiendo el espíritu de las palabras del rabino Bergman sobre la Argentina como tierra prometida. Además, es fundamental lograr que un porcentaje significativo del consumo estatal sea cooperativista.

Quiero agradecer el nivel de la mesa, la generosidad y la honestidad de quienes hablaron. Aprovecho para invitarlos este viernes a la mesa de Soberanía y Democracia Participativa, que tendrá lugar de 19 a 22 horas.

Finalmente, quiero reconocer a los compañeros de Alta Red, a la empresa pública de alimentos, a la Federación Rural y a todos los cooperativistas que ponen cuerpo, corazón y mente cada día. La respuesta a la derecha se da con organización colectiva, y estoy muy orgullosa de contar con estos compañeros.

Tras la finalización de la Universidad Popular de Invierno en su 4a edición, comenzarán a desarrollarse los Talleres de cada área de Trabajo en el Gabinete Multisectorial, a partir del 15 de Septiembre.

La primera parte consiste en el trabajo sobre los Consensos sobre las exposiciones del panel 

La segunda parte persigue Un Proyecto para tu comunidad.

Son espacios de diálogo para debatir y construir propuestas con metodologías participativas, análisis de contextos políticos y sociales e identificación de casos y proyectos. 

Estos encuentros buscan ser espacios estratégicos para la proyección y construcción de Comunidad Organizada en articulación. La participación es federal, a través de la Modalidad virtual para garantizar la inclusión de todas las militancias del país y la producción colectiva en la que se pone de manifiesto la articulación de conocimientos académicos, técnicos y territoriales para cada proyecto con acompañamiento de la Multisectorial Federal y la supervisión metodológica de PPGA FLACSO.


La Universidad Popular de Invierno 2025 en su 4a edición convoca a la articulación, el fortalecimiento y la unidad popular, conjuntamente con el diseño de estrategias de acción para construir un proyecto de país como el que soñamos.

Principios Fundamentales de nuestra propuesta de trabajo

La Multisectorial Federal de la República Argentina se basa en principios de inclusión, participación y respeto a la diversidad. Valoramos todos los aportes, ya sea desde un enfoque técnico, profesional o representativo de espacios específicos. Creemos que la diversidad de perspectivas enriquece nuestras discusiones y fortalece nuestras propuestas para una Argentina Justa, Libre y Soberana.

Áreas de Trabajo en el Gabinete Multisectorial

El Gabinete Multisectorial abarca una amplia gama de áreas que son fundamentales para el desarrollo integral de la sociedad argentina. Estos equipos temáticos de trabajo participativo de la Multisectorial Federal de la República Argentina tienen como objetivo:

–El monitoreo de las políticas públicas implementadas desde el 10 de Diciembre de 2023, el impacto del DNU 70/23, la Ley Bases, el RIGI y toda otra modificación jurídica o normativa con afectación en cada área,  así como 

–El desarrollo de propuestas que reflejen el horizonte deseado por las militancias articuladas por el bien común, construyendo en confluencia una propuesta política y la estrategia que la lleve a la victoria.

Tu participación activa es esencial para el éxito de esta iniciativa, por lo que extendemos una cordial invitación a sumarte a esta Cuarta Edición de Encuentros Participativos de la Multisectorial Federal de la República Argentina.

Organiza: Argentina en Red para la Multisectorial Federal de la República Argentina. Acompaña: CTA Autónoma – Universidad Popular de Invierno 2025.

Contacto para información sobre la Universidad Popular de Invierno:

Secretaría. Florencia. WP 1131987726

Dando continuidad a la formación y el debate que el Gabinete Multisectorial promueve desde su creación, esta Universidad Popular de Invierno 2025 es otro eslabón con el que se enriquecerá lo trabajado con nuevas miradas.

INSCRIBITE EN EL PANEL DE TU ÁREA:

Multisectorial Relaciones Exteriores, Multisectorial Desarrollo Social, Multisectorial Infraestructura, Multisectorial Salud, Multisectorial Educación, Multisectorial Género, Diversidad e Interseccionalidad, Multisectorial Cultura, Multisectorial Migrantes, Multisectorial Trabajo y Seguridad Social, Multisectorial Justicia y Derechos Humanos, Multisectorial Niñez y Adolescencia, Multisectorial Discapacidad, Multisectorial Ambiente y Territorio.

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